Siempre me he inclinado por las fotografías poco producidas, esas en donde resalta la naturalidad del objeto de la imagen; hasta que me crucé con el trabajo de la reconocida Annie Leibovitz. Sus fotos son una maravilla de la fotografía contemporánea, ella me mostró que la producción puede servir para resaltar aún más la esencia del sujeto a retratar.
Annie Leibovitz es la fotógrafa mejor pagada del mundo;
ha trabajado para importantes publicaciones, tales como: Rolling Stone, Vanity Fair y Vogue. Aunque es famosa principalmente por sus retratos de celebridades ha realizado proyectos documentales y de paisajes.
A principios de diciembre de 1980 acudió al apartamento del reconocido John Lennon para fotografiarlo para Rolling Stone, tan solo horas después Lennon fue asesinado por un admirador. Finalmente en enero de 1981 una de las fotografías que tomó Leibovitz fue la portada de Rolling Stone, aquella en donde aparece Lennon acurrucado completamente desnudo junto a su esposa Yoko Ono completamente vestida.
Leibovitz ha recibido muchos galardones y reconocimientos a lo largo de su carrera, ha logrado retratar a una infinidad de personajes destacados; capturando imágenes verdaderamente íncreibles, que trascienden el terreno comercial y pasan a ser una expresión artística.
Ha capturado en su trabajo la esencia de muchos actores y músicos que parecen desprenderse de sus máscaras ante el lente de su cámara. Destacan la foto de Demi Moore embarazada, de Whoopi Goldberg sumergida en una bañera llena de leche, de Miley Cyrus cubriendo su busto con una sabana blanca, de Sting fusionándose con el desierto y muhas más.
En el año 2007 la compañía Walt Disney contrató a Leibovitz para realizar una serie de fotografías con celebridades interpretando a diferentes personajes de sus clásicas películas. Aquí les dejo una de esas imágenes:
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